Escenario natural : La dimensión ecológica de la
sustentabilidad promueve la protección de los recursos naturales necesarios
para la seguridad alimentaria y energética y, al mismo tiempo, comprende el
requerimiento de la expansión de la producción para satisfacer a las
poblaciones en crecimiento demográfico.
Es fundamental incorporar la dimensión ecológica
en la toma de decisiones políticas y, asimismo, es necesario examinar las
consecuencias ambientales de la apropiación de los recursos naturales que cada
sociedad promueve en las distintas etapas históricas.
por lo tanto la conservación de los recursos naturales y de medio ambiente son parte fundamental ya que debe obtarse por la consideracion e importancia que tienen estos sobre cualquier bien o recurso economico, sin embargo en mexico falta etica en este sentido ya que no se respeta las areas naturales.
Sabido es que el origen de los problemas ambientales guarda una relación
estrecha con los estilos de desarrollo de las sociedades desarrolladas y
subdesarrolladas. Mientras en las primeras el sobreconsumo provoca
insustentabilidad, en las segundas es la pobreza la causa primaria de la
subutilización de los recursos naturales y de situaciones de ausencia de
cobertura de las necesidades básicas que dan lugar a problemas como la
deforestación, la contaminación o la erosión de los suelos.
En relación con la sustentabilidad social, debemos
tener en cuenta que ella implica promover un nuevo estilo de desarrollo que
favorezca el acceso y uso de los recursos naturales y la preservación de la
biodiversidad y que sea “socialmente sustentable en la reducción de la pobreza
y de las desigualdades sociales y promueva la justicia y la equidad; que sea
culturalmente sustentable en la conservación del sistema de valores, prácticas
y símbolos de identidad que, pese a su evolución y reactualización permanente,
determinan la integración nacional a través de los tiempos; y que sea
políticamente sustentable al profundizar la democracia y garantizar el acceso y
la participación de todos en la toma de decisiones públicas.
En el siguiente gráfico, se aprecia la inclusión de los actores sociales
en el contexto de sus interacciones con los distintos componentes del Estado.
Las condiciones que permiten alcanzar un desarrollo sustentable
requieren de acuerdos que incluya a los actores sociales, políticos y la agenda
pública del Estado.
El debate economía - medio ambiente es
uno de los que ha suscitado las polémicas más arduas en términos de su relación
con la sustentabilidad. Se ha señalado con razón que aún la ciencia económica
no tiene una respuesta convincente a la crítica ecológica. La economía falla al
valorar la riqueza global de las naciones, sus recursos naturales y especialmente
los precios de las materias primas.
Por ejemplo, si nos referimos al
precio de los recursos energéticos agotables, es evidente que su valoración
siempre es menor que la real en términos de su preservación para las futuras
generaciones. También es posible cuestionarse si el precio que las industrias
tienen que pagar por insertar residuos no reciclados al ambiente tampoco sea el
racional.
Entonces, cuáles serán los precios
adecuados. Aquí se incorpora usualmente la noción de externalidades como los
aspectos ambientales que no tienen valoración cuantitativa en la contabilidad o
en el proceso de producción. De allí la importancia de valorizar los recursos
al menos por su costo de reposición y construir con ellos por ejemplo, cuentas
del patrimonio natural para saber qué y cuánto tenemos, cómo lo podríamos usar
en diferentes alternativas y cuánto nos queda en cada caso.
Para desarrollar el tema de la
dimensión económica de la sustentabilidad se puede plantear la pregunta: ¿Es
posible la sostenibilidad ambiental con la economía de mercado? Esta cuestión
requiere de un debate en el que se requiere admitir como modelo económico
sostenible desde el punto de vista ambiental a aquél que se adecua a los ciclos
biogeoquímicos de la materia, y le permite así perpetuarse en el tiempo.
Existen una serie de acuerdos que al
establecer determinadas metas ambientales, de manera de influir en las formas,
productos y subproductos de las actividades económicas. Existen también normas
que promueven influir en la mejora ambiental de la actividad de una empresa,
pero cuya aceptación y desarrollo son plenamente voluntarias, (normas ISO
14000). A otra escala, también existen procedimientos de evaluación de los
impactos ambientales generados por un proyecto o actividad.
Pero sin duda la pregunta trae a
colación, según el mismo autor, otra que plantea: ¿Es posible hacer sostenible
la relación que mantienen la economía y el medio natural sin cambiar el modelo
económico? El modelo económico actual se basa en la búsqueda de la plusvalía.
Toda actividad está hecha a través de esta lógica, en la que además el interés
privado prevalece sobre el interés colectivo. El dueño de los recursos tiene
derecho a explotarlos de la forma que mejor convenga a sus intereses, es decir
de la forma que mayor plusvalía obtenga. Visto el panorama, las
administraciones parecen intentar hacer lo posible por que la mayor plusvalía
se obtenga realizando actividades sostenibles, ya sea mediante ayudas a la
mejora tecnológica o certificando sellos que mejoren la imagen de la empresa.
Pero el camino andado en este sentido ya que sólo se producen mejoras parciales
y el modelo económico sigue siendo insostenible.
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